martes, 18 de marzo de 2014

Migrar



Nací y crecí en Ecuador. Me mudé a los 21 años a México para estudiar allá, y al final fue donde hice una vida académica y personal: estudié, escribí, me empleé. Allí hice una familia ampliada de las de mis amigas, me enamoré, me casé, tuve una hija. Después de otros 21 años en México regresé a Ecuador con esposo e hija, por un año sabático y a despedirme de mi padre. Y ahora, cuatro meses antes del retorno, empieza el desgarro: México o Ecuador. La UNAM o la familia. La vida elegida o la que tocó en suerte. La matria o la patria.
Aborrezco las mudanzas. Siempre me he sentido sedentaria con disfraz de nómada. Me gusta viajar por unos días, visitar a la gente querida, vacacionar, volver. Las maletas y las cajas como mobiliario me dan vértigo. No pensé jamás en cambiar de país, menos aún hacerlo dos veces.
¿Cuál es ahora la tierra de mi hija? ¿Cómo vive el arraigo? Ecuador son su abuela y sus primos, su familión. México, su casa, sus amigos, su vida de ciudad: mucho antes de los tres años tenía el graffiti favorito, sabía la mejor ruta para llegar a la guardería y a la casa, dónde comer tacos y helados. A los cinco tiene dos pasaportes, dos acentos, dos grupos de amigos.
La nueva escuela mexicana no responde aún si la admiten, la tiene en lista de espera. La ecuatoriana la ha hecho tan feliz como nunca: dinámica, segura, integrada.
El marido mexicano prefiere Ecuador. La calidad de vida. La familia. Las oportunidades. Quito. Lo que rinde el tiempo.  
La esposa ecuatoriana prefiere México sin confesarlo: la tierra que la hizo adulta, trabajadora independiente, la ciudad para forjarse un nombre que no fuera heredado.

Dejar que sea el destino el que marque la cartografía: lanzar la moneda con los ojos abiertos, pensar y sopesar, esperar el momento justo para apostar en firme. Entender con el corazón y con el estómago la fortuna de las dos patrias.  Y dar el salto de a tres, agarrados de la mano, abierto abrazo de familia. Emocionados y exhaustos, juntos. Saber que tocará migrar, para uno u otro rumbo.